Viaje a Fátima y Lisboa. (Portugal)
Viaje a Fátima y Lisboa (Portugal)
En esta ocasión hemos decidido hacer un pequeño tour por el centro de Portugal, donde vamos a visitar varios de los lugares más representativos de esta zona y mas en esta época de Semana Santa.
Nosotros tomamos como base la población de Fátima, por tratarse de una pequeña localidad que nos ofrece muchos equipamientos turísticos y en este mes no hay mucha demanda por lo que es fácil encontrar hospedaje a un buen precio.
En Fátima municipio de Ourém se encuentra el Santuario de Nuestra Señora del Rosario de Fátima. Considerado uno de los centros de peregrinación católica más importantes del mundo, edificado en el lugar de las apariciones, recibe millones de peregrinos al año. La Virgen de Fátima, es una advocación con que se venera en el catolicismo a la Virgen María. En la misma línea que otras apariciones marianas, tuvo su origen en los testimonios de tres niños pastores, llamados Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, quienes afirmaron haber presenciado varias apariciones marianas en la Cova da Iria, Fátima, en Portugal, entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917. A partir de entonces, esta advocación mariana extendió su fama más allá de sus límites locales llegando a todo el mundo.
1º Día: Málaga - Fátima
Salimos desde Málaga y ponemos rumbo hacia Sevilla y desde aquí hacia Badajoz por la Vía de la Plata, hacemos varias paradas por el camino una de ella para comer cerca de la frontera pero sin pena ni gloria no la voy a referenciar.
Cruzamos la frontera y lo primero que hacemos es cambiar el reloj, aquí tenemos una hora menos y también cambiamos la mentalidad las autovías son de pago, aunque al principio solo cogeremos un ticket que después a la salida deberemos entregar para pagar, esto será el padre nuestros de todos los días mientras nos encontremos en tierras lusitanas.
Llegamos al Hotel Avenida que es el que hemos contratado un establecimiento sin pretensiones, acogedor y bonito, la habitación amplia y limpia. El desayuno, bufé libre muy completo y variado, se encuentra a 10 minutos a pie del Santuario de Fátima.
Tomamos posesión de la habitación y decidimos acercarnos al Santuario, porque a parte de ver éste, aquí no hay nada más que hacer, aunque después de investigar un poco hemos visto que podemos hacer una pequeña ruta para pasear, se trata de la "Via Sacra Valinhos-Alhustrel".
Salimos del hotel y tomamos a mano izquierda y subimos al Santuario, por el camino hemos dejado algunas de la muchas tiendas de souvenir, llegamos a la gran explanada que es el Recinto de Oración, enfrente nuiestra tenemos la Capilla de las Apariciones, donde se encuentra la imagen de la Virgen, a su derecha la Azinheira Grande era la encina más grande de la Cova da Iria en 1917 y, por eso, también es parte de la historia de las apariciones. Junto a ella, esperaban los pastorcitos a que apareciera la Virgen María y a la izquierda el lugar donde se ponen las velas.
En el extremo de la izquierda tenemos la Capilla del Santisimo Sacramento, la Cruz Alta tiene 27 m de altura,un módulo de hormigón del muro de Berlín recuerda la intervención de Dios, prometida en Fátima, en la caída del Comunismo y los Espejos del Agua y en el extremos de nuestra derecha tenemos el Presépio es una escena del nacimiento de Jesús, cuyo autor es el escultor José Aurélio y está situado junto al Rectorado y la nueva Iglesia/Basilica de la Santísima Trinidad.
BASÍLICA Y LAS COLUMNATAS
BASÍLICA: La Basílica de Nuestra Señora del Rosario, comenzó a ser construida en 1928, en estilo Neobarroco, según un proyecto del arquitecto holandés G. Van Kriecken, consagrándose el 7 de octubre de 1953. En 1954 le fue concedido el título de Basílica Menor, por el Papa Pio XII. La torre tiene 65 m de altura, estando rematada por una corona de bronce de 7000 kg, encimada por una cruz, iluminada durante la noche. El 13 de mayo de 1958, fue inaugurada una gran estatua del Inmaculado Corazón de María. En junio de 1959 fue colocada en el nicho de la fachada de la Basílica. El ábside la capilla mayor se encuentra presidido por un relieve en piedra que representa a la Santísima Trinidad coronando a María, de Maximiano Alves. A la entrada de la Basílica se encuentran estatuas de los grandes apóstoles del Rosario y de la devoción al Inmaculado Corazón de María. En el lado derecho, se encuentra la imagen de San Juan Eudes, fundador de la Congregación de Jesús y María (Eudistas) y de la Congregación de Nuestra Señora de la Caridad del Refugio (también de autoría de Martinho de Brito). En el lado izquierdo, una estatua de san Esteban, primer rey de Hungría, de Antonio do Amaral de Paiva. Las tumbas de los videntes, los hermanos Francisco y Jacinta Marto, se encuentran respectivamente en el extremo derecho e izquierdo del transepto. La tumba de Sor Lucía se encuentra también en la Basílica del Rosario, al lado de la tumba de Jacinta.
COLUMNATAS: Es el conjunto arquitectónico que une la Basílica a los edificios construidos a cada lado del Recinto. Obra del arquitecto Antonio Lino, está constituida por 200 columnas y 14 altares. En los retablos de los altares se pueden ver las 14 estaciones de la Vía Sacra, ejecutadas en cerámica policromada, cuyo autor es Lino Antonio. Hay diecisiete estatuas de mármol encima de la Columnata. Representan a los santos portugueses, santos fundadores de congregaciones religiosas y otros apóstoles de la devoción a Nuestra Señora, siendo todas de escultores portugueses. Las estatuas mayores miden 3,20 m y representan los cuatro santos portugueses: San Juan de Dios (autor: Álvaro Brée), San Juan de Brito (Antonio Duarte), San Antonio de Lisboa (Leopoldo de Almeida) y el Beato Nuno de Santa María (Barata Feio).Las más pequeñas representan a Santa Teresa de Jesús (María Amélia Carvalheira da Silva), San Francisco de Sales (M. A. Carvalheira da Silva), San Marcelino Champagnat (Vasco Pereira da Conceição), San Juan Bautista de la Salle (Vítor Marques), San Alfonso María de Ligorio (M. A. Carvalheira da Silva), San Juan Bosco (J. M. Mouta Barradas) y Santo Domingo Sávio (J. M. Mouta Barradas), San Luis María Grignion de Montfort (Domingos Soares Branco), San Vicente de Paúl (José Fernandes de Sousa Caldas), San Simón Stock (M. A. Carvalleira da Silva), san Ignacio de Loyola (M. A. Carvalheira da Silva), san Pablo de la Cruz (Jaime Ferreira dos Santos), San Juan de la Cruz (M. A. Carvalheira da Silva) y Santa Beatriz da Silva (Maria Irene Vilar).
La estatua del Sagrado Corazón de Jesús aparece en el centro del recinto de oración. Es de bronce dorado y fue ofrecida por un peregrino anónimo y bendecida por el Nuncio Apostólico, monseñor Beda Cardinale, el 13 de mayo de 1932. Su localización simboliza la centralidad de Jesús en el mensaje de Fátima. En la base del monumento se encuentra una fuente.
2º Día: Fátima - Alcobaça - Nazaré - Coímbra
Esta mañana salimos desde Fátima y nos dirigimos hacia Alcobaça primera parada del día donde visitaremos el Monasterio de Santa María situado en la Plaza 25 de Abril. El edificio está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1989, el imponente monasterio es uno de los testimonios más impresionantes y bellos de la arquitectura de Cister en toda Europa. A pesar de sus casi 900 años, conserva intacto el conjunto de las dependencias medievales y su iglesia es la mayor en estilo gótico primitivo construida en Portugal en la Edad Media. Fundado por el primer rey de Portugal, D. Alfonso Henriques, nació de la donación de las tierras de Alcobaça a la Orden del Cister por haber vencido a los árabes en la conquista de Santarém. En 1178, comienza la construcción del monasterio según el modelo de la abadía de Claraval, casa madre de la Orden en Francia. Los monjes de hábito blanco crearon en la región una obra de civilización singular, reflejada en la escuela pública que tuvo inicio en 1269. Las donaciones regias recibidas a lo largo de diversos reinados constituyeron los Cotos de Alcobaça, amplios dominios territoriales que los monjes poblaron, desarrollaron y donde fundaron una escuela de agricultura.
Primeramente visitaremos la parte del monasterio para lo que hay que sacar entradas, aquí podemos disfrutar del impresionante conjunto de dependencias medievales en las que destacan el Refectorio, el Dormitorio y la Sala del Capitular, así como el Claustro de D. Dinis, la sorprendente Cocina y la Sala de los Reyes.
Tras esta primera visita nos dirigimos hacia la Iglesia, de entrada libre y gratuita, nos situamos frete a su fachada y observamos que sólo es original el pórtico gótico. A cada lado, la levedad de las estatuas de São Bento y de São Bernardo contrastan con el peso barroco del frontispicio y de las torres del campanario añadidas en el s. XVIII. Al entrar, la grandiosa nave central, despojada de cualquier adorno, produce una sensación de elevación y espiritualidad. En el centro de cada brazo del transepto podemos ver dos obras primas de la escultura medieval, los sepulcros de D. Pedro I (1357-67) y de D. Inés, situados frente a frente para que se puedan reencontrar de nuevo el día de la Resurrección.
Una vez terminada la visita podemos pasear por la orilla del río Alcobaça o visitar el pequeño Parque del Amor dedicado a D. Pedro y Dª Inés. también podemos visitar el "Jardim dos Paços do Concelho" y junto a este "Jardim do Palácio da Justiça".
El santuario, de fachada barroca, se levanta al fondo de una espaciosa explanada, en un plano elevado. El acceso se realiza por medio de una escalinata semicircular, a través de un pórtico bajo dos campanarios cuadrados. El ábside, profusamente decorado con tonos dorados, muestra la pequeña estatua de Nuestra Señora de Nazaré en un nicho iluminado sobre el altar mayor, flanqueado por columnas retorcidas. Sobre el cruce de la nave única con el crucero hay una cúpula y una linterna. Todo ello está abovedado por un artesonado dorado. La nave única, en forma de cruz latina, de 42 m de largo y 10 m de ancho, iluminada por ocho ventanas, está cubierta con un techo de madera pintada. En la entrada de la nave, a la izquierda, hay una pintura sobre lienzo que ilustra la leyenda de la aparición de Nuestra Señora de Nazaret a D. Fuas Roupinho. El altar mayor es de retablo dorado con columnas marmóreas y salomónicas de finales del siglo xvii. Hay una pequeña ventana en el trono que ilustra la imagen de la Virgen de la Natividad con el Niño en su regazo. Las figuras están coronadas por diademas del siglo xviii, regaladas a la iglesia por Juan VI. La sagrada imagen está envuelta con un manto verde decorado con oro regalado a la Virgen por Juan V. Las figuras están coronadas por diademas del siglo xviii, donadas a la iglesia por Juan VI. La sagrada imagen está envuelta con un manto verde decorado con oro regalado por el rey Juan V a la Virgen.
La capilla principal, cubierta por una bóveda redonda de piedra, está separada del cuerpo de la iglesia por una balaustrada de palo santo y unos pilares decorados con mosaicos de mármol italiano del siglo xix. Los pasillos de la sacristía fueron cubiertos con azulejos azules y blancos por el maestro portugués António de Oliveira Bernardes en 1714. Uno de los paneles ilustra la "Asunción de la Virgen", con símbolos de la iconografía mariana. Los demás azulejos de los pasillos de la Sacristía fueron decorados por el maestro Manuel Borges.
El edificio posee en la legislación portuguesa la categoría de protección "IIP - Imóvel de Interesse Público", según Decreto nº 95/78, DR, 1.ª serie, n.º 210 de 12 de septiembre de 1978.
Otro de los grandes atractivos de la localidad Nazaré es que se ha convertido en una popular atracción turística y se promociona internacionalmente como un pintoresco pueblo costero y debido a la cercanía del cañón submarino de Nazaré en la costa de la localidad, las olas que se producen aquí son consideradas las más altas del mundo, siendo por ello uno de los mejores puntos para practicar el surf de Europa. El cañón crea una interferencia constructiva entre las olas entrantes por lo que tiende a hacer que las olas sean mucho más grandes de lo normal. El 29 de octubre de 2020 el surfista alemán Sebastián Steudtner, surfeó una ola de 26,21 metros en la playa del Norte, siendo reconocido en 2022 por el Guinness World Records como récord mundial de ola más alta surfeada.
Nos volvemos hacia Fátima donde comeremos y descansaremos un rato, ya comidos y descansados ponemos rumbo hacia Coimbra, una ciudad ribereña ubicada en el centro de Portugal atravesada por el río Mondegoque que en su día fue la capital del país. Cuenta con un casco antiguo medieval bien conservado en el que se encuentra la histórica Universidad de Coímbra creada en 1537, la institución académica más antigua en el mundo de habla portuguesa, construida en el terreno perteneciente a un antiguo castillo, es conocido por la Biblioteca Joanina, de estilo barroco, y su campanario del siglo XVIII.
En el casco antiguo se erige:
La Catedral Vieja o Sé Velha, es uno de los monumentos románicos más bonitos del país. Finalizada a mitad del siglo XII, esta iglesia es la única que ha sobrevivido de la época de la reconquista y aunque su exterior se parece a un pequeño castillo con almenas en la parte superior de sus muros, en el interior alberga un precioso claustro gótico. Otros elementos arquitectónicos destacables son la Porta Especiosa, un magnífico pórtico de estilo renacentista situado en la fachada norte y los capiteles decorados con motivos románicos.
La Catedral Nueva o Sé Nova, situada en un antiguo Colegio dos Jesuítas y construida entre 1598 y 1698, la fachada de la iglesia sorprende por la armoniosa mezcla de dos estilos diferentes: manierista en la parte baja con 4 estatuas de santos jesuitas y barroca en la parte superior. En el interior destacan los magníficos retablos de talla dorada, la sillería del coro y la pila bautismal, ambas traídas de la Catedral Vieja.
El centro histórico, que se extiende alrededor de una colina y en el que abundan las calles empinadas, es otro de los lugares que vamos a visitar. Empezando por la popular Plaza del Comercio, flanqueada por la iglesia de Sao Bartolomeu y de Sao Tiago, puedes perderte por sus callejuelas estrechas rodeadas de edificios históricos e ir encontrando los rincones con más encanto. Una de la calles más comerciales es la Rua Ferreira Borges, que conecta el rió Mondego con la Plaza 8 de mayo, una de las principales de la ciudad y donde se encuentra el fantástico Monasterio de Santa Cruz. Además, en esta plaza no puedes perderte el Café Santa Cruz, con una preciosa entrada y un interior lleno de azulejos.
Otra de las plazas para sentir el gran ambiente estudiantil de la ciudad es la Praça da República, lleno de terrazas para tomar algo al atardecer.
El Arco de Almedina, antigua puerta morisca que formaba parte de la muralla medieval que rodeaba la ciudad, esta puerta del siglo XI, situada debajo de una torre, es la única que sigue en pie de las tres puertas que se utilizaban para acceder a la ciudadela y en la actualidad es el punto de conexión entre la Alta y la Baixa, las dos zonas en las que se divide el centro histórico.
3º Día: Lisboa
Hoy vamos a dedicar el día completo a visitar Lisboa, vamos a dividir la visita en varias etapas para hacerla algo más fácil.
Primeramente nos dirigiremos hacia la parte suroeste de la ciudad donde haremos nuestra primera parada y desde aquí visitaremos la Torre de Belén, el Monumento a los Descubrimientos, el Monasterio de Los Jerónimos, La Iglesia de la Virgen de Belén y el Museo Nacional de Coches y veremos el Palacio Nacional de Belén.
Ahora vamos a describir todo lo que hemos visitado:
Torre de Belén: Es Patrimonio de la Humanidad, situada justo en la desembocadura del río Tajo. Construida en 1515 como fortaleza para proteger la entrada al puerto, aunque posteriormente funcionó como prisión, faro y centro aduanero, esta torre destaca por su fachada en estilo manuelino realizada en piedra, almenas en forma de escudos y elementos sorprendentes como una gárgola en forma de rinoceronte.
Monumento a Los Descubrimientos: A pocos metros de la Torre de Belém, a orillas del río Tajo, se encuentra el Monumento a los Descubrimientos, inaugurado para conmemorar el quinto centenario de la muerte de Enrique el Navegante. Con 56 metros de alto, este monumento representa una carabela con una escultura del famoso navegante descubridor de Las Azores, Madeira y Cabo Verde, en la proa, seguido de varios personajes célebres como Vasco da Gama. Una vez subes en ascensor a la parte de arriba tendrás una vista completa del gran mosaico de la rosa de los vientos situado en la base, y del Tajo. Como curiosidad, la única mujer en el grupo escultórico es la madre de Enrique el Navegante, doña Filipa de Lencastre.
Monasterio de Los Jerónimos e Iglesia de Santa María de Belén: El monasterio de los Jerónimos de Santa María de Belén es un antiguo monasterio de la Orden de San Jerónimo y que se ubica en el barrio de Belén, en Lisboa, Portugal, prácticamente enfrente de la Torre de Belén.
Diseñado en estilo manuelino por el arquitecto Juan de Castillo, fue encargado por el rey Manuel I de Portugal para conmemorar el afortunado regreso de la India de Vasco de Gama. Se fundó en 1501 sobre el enclave de la "ermida do Restelo" en lo que fue la playa de Restelo, ermita fundada por Enrique el Navegante, y en la cual, Vasco de Gama y sus hombres pasaron la noche en oración antes de partir hacia la India. La primera etapa constructiva de la iglesia nueva comenzó en 1514 y fue ampliándose y modificándose hasta el siglo xx. Se financió gracias al 5 % de los impuestos obtenidos de las especias orientales, a excepción de los de la pimienta, la canela y el clavo, cuyas rentas iban directamente a la Corona. El estilo manuelino se caracteriza por la mezcla de motivos arquitectónicos y decorativos del gótico tardío y del renacimiento. Destacan los portales principal y lateral, el interior de la iglesia y el magnífico claustro. Las capillas de la iglesia fueron remodeladas en puro estilo renacentista en la segunda mitad del siglo xvi y contienen las arcas funerarias de Manuel I y su familia, además de otros reyes de Portugal. En los Jerónimos se hallan también las tumbas (neomanuelinas) del navegador Vasco da Gama y el poeta Luís de Camões. En una capilla del claustro descansan, desde 1985, los restos del escritor Fernando Pessoa. Hago constar que la entrada al monasterio es de pago y a la Iglesia que es gratuita.
Museo Nacional de Coches: El Museo de los Carruajes (Museu dos Coches) se reparte entre el nuevo edificio de Belém, el antiguo Picadero del Palacio Real, ambos en la Plaza Alfonso de Albuquerque, en Lisboa, y el Palacio Ducal de Vila Viçosa. La colección del Museu Nacional dos Coches (Museo de Carrozas) está compuesta por valiosos ejemplares de los diferentes tipos de trasporte utilizados entre el s. XVII y XIX (carrozas, berlinas, coches, etc.), por los respectivos arreos y por un conjunto de retratos al óleo de los monarcas de la Casa de Braganza. Del conjunto destacan los coches que integraron la suntuosa embajada enviada por Portugal al papa Clemente XI en Roma (s. XVIII), con iconografía en talla dorada glorificando los Descubrimientos portugueses y la contribución nacional al arte y a la ciencia. El nuevo edificio del Museo de los Carruajes, inaugurado en mayo de 2015, presenta el núcleo más representativo de la colección. incluye espacios para exposiciones permanentes y temporales, áreas de reservas y un taller de conservación y restauración que contribuye al desarrollo de la conservación y restauración de este tipo de patrimonio. Posee igualmente nuevos espacios destinados a la Biblioteca, al Archivo, a un Auditorio para 33 personas, espacios de restauración y tienda.
El Palacio Nacional de Belém: es la actual residencia del presidente de la República Portuguesa y fue uno de los principales palacios de la familia real portuguesa a lo largo de los siglos XVIII y XIX. Construido en 1559 por el aristócrata portugués Manuel de Alburquerque, se encuentra en el suroeste de la capital portuguesa, Lisboa, en la freguesia de Belém. Aparte del edificio en sí, el recinto palatino posee importantes jardines en la ribera del río Tajo. En el siglo XVIII, el rey Juan V adquirió el palacio con oro proveniente de Brasil, comprándolo al conde de Aveiras, y posteriormente fue remodelado totalmente. El palacio pasó a convertirse en una escuela de equitación y en un recinto donde el monarca podía mantener tranquilamente relaciones extramatrimoniales. El terremoto de 1755 no afectó a la zona de Belém, y posteriormente, gracias a este hecho, compartió protagonismo en el seno de la vida palatina con el palacio de Queluz. Durante el reinado de la reina María se construyó un zoológico con especies provenientes de África y un picador de caballos de estilo neoclásico. Actualmente el palacio presenta una decoración típica de los siglos XVIII y XIX, de un momento en el que Belém y los palacios de Ajuda y Queluz eran el centro de la vida cortesana. Durante la segunda mitad del siglo xix el palacio fue la residencia de mandatarios extranjeros que estaban de visita en Portugal, entre los cuales destacan los reyes de España Isabel II, Amadeo I y Alfonso XIII, el káiser Guillermo II de Prusia y el presidente francés Émile Loubet. Próximo al palacio se podía encontrar, a lo largo de los siglos XVIII y XIX, un puerto desde el cual la familia real portuguesa pudo partir al exilio brasileño en 1807, tras la invasión napoleónica. El 22 de mayo de 1886, el palacio de Belém pasó a ser la residencia oficial de los duques de Braganza y príncipes herederos, el rey Carlos I y la princesa Amelia de Orleans. En este palacio nacieron el príncipe heredero Luis Felipe y el rey Manuel II. En 1889, los príncipes herederos convertidos en monarcas se mudaron al palacio de las Necesidades. Curiosamente fue en este palacio donde el rey Manuel II, durante los actos y la recepción del presidente de la república brasileña, el mariscal Hermes Rodrigues da Fonseca, tuvo conocimiento del inicio de la revolución que pondría fin a la monarquía portuguesa en 1910. Actualmente se encuentra abierto al público de forma parcial a pesar de continuar con la función de residencia principal del presidente de la República Portuguesa.
Dejamos esta zona y nos dirigimos hacia el centro de la ciudad, mas concretamente vamos al Parque Eduardo VII, donde vamos a comenzar la segunda etapa de nuestra visita a Lisboa.
El Parque Eduardo VII de Inglaterra es el mayor parque del centro de Lisboa, conocido comúnmente como Parque Eduardo VII. Fue bautizado en honor al rey Eduardo VII del Reino Unido que visitó Lisboa en 1902 para reafirmar la alianza entre los dos países. Nos situamos en el fantástico mirador que hay en su parte norte, desde el cual podemos ver toda la bajada que vamos a realizar hasta llegar al rio Tajo, pero antes tenemos que reponer fuerzas y cerca de aquí a penas 700 metros en la Rua MQ de Fronteira tenemos un restaurante muy peculiar y autóctono donde sirve un pollo a la brasa espectacular de bueno, regado con un "vinho verde" y a un precio muy acequible.
Tras la comida retornamos hacia el parque y ahora si nos disponemos a bajar, hasta llegar a la gran estatua del Marques de Pombal que se encuentra en la plaza del mismo nombre.
Plaza del Marqués de Pombal: se sitúa entre la Avenida da Liberdade y el Parque Eduardo VII, en la ciudad portuguesa de Lisboa. En el centro se levanta un monumento al Marqués de Pombal, inaugurado en 1934. El despótico estadista que condujo a Portugal hacia la Ilustración, gobernó entre los años 1750 y 1777. Su imagen se encuentra en lo alto de una columna, con la mano puesta encima de un león (símbolo del poder) y con los ojos mirando hacia la Baixa.
En la base del monumento, las imágenes alegóricas representan las reformas políticas, educativas y agrícolas que efectuó. Las figuras de pie representan a la Universidad de Coímbra, donde creó la nueva facultad de ciencias. Las piedras partidas en la base del monumento y las olas representan la destrucción causada por el Terremoto de 1755. Las esculturas e inscripciones en el pedestal que relatan las proezas de Pombal pueden ser vistas siguiendo por el pasillo subterráneo para acceder al centro de la plaza. La calzada alrededor de la rotonda está decorada con el escudo de armas de Lisboa.
Continuamos bajado ahora por la Avenida de Liberdade.
Historia de esta avenida: Después del Terremoto de 1755 el Marqués de Pombal creó un paseo público en el área ocupada por la parte inferior de la Avenida da Liberdade y de la Praça dos Restauradores. A pesar del nombre, estaba rodeado por muros y portones por donde solo podían pasar miembros de la alta sociedad. En 1821, cuando los liberales subieron al poder, fueron derruidos los muros y el paseo quedó abierto para todo el mundo.
La avenida que se puede ver hoy fue construida entre 1879-82 siguiendo el estilo de los Campos Elíseos de París. La gran avenida arbolada se convirtió en un centro de cortejos, festividades y manifestaciones. Incluye un monumento a los que perdieron la vida en la I Guerra Mundial. La avenida aún conserva cierta elegancia, con fuentes y explanadas bajo los árboles. Con 90 metros de anchura y pavimentos decorados con dibujos abstractos, actualmente se encuentra dividida por diez carriles de tráfico que unen los Restauradores con la Praça Marquês de Pombal, hacia el Norte.
Algunas de las mansiones originales se conservaron, incluido el cine neoclásico Tívoli, con un kiosco de los años 20 en el exterior. Pero muchos de los edificios antiguos fueron derribados para construir edificios de oficinas, hoteles y centros comerciales.
Hacia la mitad de la Avenida da Liberdade, a la izquierda, en dirección de Restauradores a Marqués de Pombal, se encuentra el «Monumento aos Mortos da Grande Guerra». En la acera derecha se encuentran también prestigiosas tiendas de lujo; tanto firmas internacionales de ropa, como por ejemplo Armani, Dolce & Gabbana y muchas más; como joyerías, firmas portuguesas, etc.
Llegamos a la Praça dos Restauradores (Plaza de los Restauradores) es una plaza donde se conmemora la liberación del país del dominio español en 1640.
Su característica más representativa es el Monumento de los Restauradores, un obelisco en el centro de la plaza. Las figuras de bronce y oro del pedestal representan la Victoria, con una palma y una corona, y la Libertad. Los nombres y fechas que están grabados a los lados del obelisco son los de las batallas de la Guerra de Restauración.
El proyecto del monumento es autoría de António Tomás da Fonseca, y las estatuas alegóricas (Libertad y Victoria), de Simões de Almeida y Alberto Nunes.
Nada más entrar en la plaza de Pedro IV nos dirigimos hacia la izquierda para visitar una iglesia se trata de:
La iglesia de Santo Domingo (Igreja de São Domingos, en portugués) es una iglesia localizada en el barrio de Santa Justa, Lisboa. Está clasificada como un monumento nacional por el Instituto de Gestão do Património Arquitetónico e Arqueológico.
Construida en 1241, en aquella época fue la iglesia más grande de la ciudad. Antes del fin a la monarquía en Portugal en 1910, las bodas reales se celebraban en esta iglesia. También es importante en la historia de la inquisición debido a que fue el sitio de la Masacre de Lisboa de 1506 y ahora hay un monumento en frente para recordar el evento.
La iglesia ha sido destruida muchas veces durante su historia. El terremoto de 1531 la dañó y el de 1755 y su tsunami destrozó el convento de Santo Domingo del que formaba parte que dejó en pie solamente la capilla que fue completamente restaurada en 1807 en estilo barroco mientras que espacio que ocupaba el antiguo convento se aprovechó para ampliar las avenidas y plazas del barrio. En 1959 hubo un gran incendio que mató a dos bomberos que tardó más de seis horas para extinguir y destruyó muchas obras de arte. En 1994, reabrió, pero los rastros del incendio todavía perduran. Por eso, cuando se visita se pueden notar los impactos de la historia.
Seguimos bajado y entramos por la calle Rua Augusta, se trata de una calle peatonal y comercial. en la primera calle a la derecha tenemos el Elevador de Santa Justa que nos conducirá hasta el Mirador do Carmo, pero nosotros hoy seguimos con la bajada hasta llegar al final de nuestro recorrido.
La Plaza del Comercio La Praça do Comércio (Plaza del Comercio, más conocida por Terreiro do Paço) es una de las más importantes plazas de Lisboa. Con una gran vista al estuario del Tajo, es el centro neurálgico de la ciudad. Fue el terreno donde se asentó el Palacio Real de Lisboa durante más de 200 años.
En 1511, el rey Manuel I (r. 1495-1521) cambió su residencia desde el Castillo de San Jorge a este lugar al lado del Tajo. Este palacio, junto con su biblioteca de más de setenta mil volúmenes, fue destruido por el Terremoto de Lisboa de 1755. En la reconstrucción, la plaza se convirtió en elemento fundamental de los planes del Marqués de Pombal. Los nuevos edificios, con arcadas rodeando la plaza, están ocupados actualmente por ministerios.
Después de la Revolución de 1910, los edificios fueron pintados de rosa, el color republicano, en contraposición al amarillo real en que estaban pintados. El lado sur, con sus dos torres cuadradas, está mirando al Tajo. Esa fue siempre la mejor entrada de Lisboa, donde llegaban los embajadores y la realeza. Para desembarcar utilizaban unos escalones de mármol. Todavía es posible ver esa entrada a Lisboa. Hoy lo que destaca de la plaza es el intenso tráfico de la avenida de la Ribera, que pasa entre la plaza y el río. En el centro de la plaza se puede ver la estatua ecuestre del rey José I (r. 1750-1777), erigida en 1775 por Machado de Castro, el principal escultor portugués del siglo xviii. Con el paso de los años, la estatua de bronce ha ido tornándose de color verde, siendo este color el que presenta en la actualidad. En el lado norte de la plaza se encuentra el impresionante Arco Triunfal da Rua Augusta, que es la entrada a la Baixa.
El 1 de febrero de 1908, el rey Carlos I (r. 1889-1908) y su hijo Luis Felipe fueron atacados cuando atravesaban la plaza. En 1974 la plaza fue el escenario de la Revolución de los Claveles, que derribó el gobierno de Marcelo Caetano. El área fue utilizada como aparcamiento durante muchos años, aunque hoy este vasto espacio es utilizado para eventos culturales y espectáculos.
Con esto damos por finalizado el día y regresamos a nuestro hotel.
4º Día: Fátima - Málaga
Para la vuelta utilizaremos el mismo camino que para la ida aunque justo antes de entrar en España haremos una visita a la población de Elvas, ciudad catalogada como Patrimonio de la Humanidad, gracias a sus murallas y fortalezas que la convirtieron en inexpugnables durante muchos siglos.
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