Viaje de 8 días por los Países Bálticos.
Viaje de 8 días por los Países Bálticos.
En esta ocasión nos vamos al norte de Europa, en un itinerario de 8 días por Estonia, Letonia y Lituania vamos a recorrer las tres capitales Rīga, Tallin y Vilna, pero también otras ciudades como Kaunas y Pärnu uno de los mejores lugares para observar la costa báltica, también recorreremos algunos castillos y fortalezas.
1º Día
Nosotros vamos a comenzar viajando hasta Estonia, la República Báltica que se encuentra más al norte, llegamos en vuelo directo desde Málaga hasta Tallin, nos instalamos en el hotel Radisson Blu Olumpia. Al día siguiente nada más levantarnos damos una vuelta por los alrededores del hotel para ver su situación, justo en enfrente tenemos una pequeña iglesia ortodoxa construida en 1721 y tiene la distinción de ser la estructura de madera más antigua de Tallin. Las reparaciones posteriores a la guerra, en el siglo XIX, dieron a la iglesia una fachada neoclásica. y justo detrás del hotel tenemos el Parque Lembitu un lugar muy agradable. Volvemos al hotel para desayunar y tomar fuerzas para las visitas que vamos a realizar durante esta Jornada.
La visita de la ciudad la vamos a comenzar visitando la colina de Toompea, una colina de piedra caliza en el centro de Tallin donde se encuentran algunos de los principales lugares de interés, como el propio castillo de Toompea o las catedrales de Alejandro Nevski y Santa María, aquí también tenemos el Mirador de Patkuli desde el que tenemos una buenas panorámicas.
Catedral de Alejandro Nevski: es la catedral ortodoxa-rusa de Tallin, y corona la colina de Toompea. Se terminó de construir durante el reinado de Nicolás II, cuando Estonia formaba parte del imperio ruso. La catedral está dedicada a Alejandro Nevski, quien en 1242 ganó la Batalla del Hielo en el Lago Peipus, en la actual Estonia. La construcción se diseñó siguiendo el estilo historicista mixto y está ricamente decorada tanto en el exterior como en el interior, donde combina mosaicos e iconos.
Catedral de Santa María: La catedral luterana de Santa María, también conocida como Iglesia de la Cúpula, se ubica justo en el centro de la colina de Toompea, no muy lejos de la catedral ortodoxa. Fue fundada originalmente por los daneses en el siglo XIII, probablemente en el año 1219. Es la iglesia más antigua de Tallin.
El Castillo de Toompea: Después de la conquista danesa los Hermanos Livonios de la Espada construyeron la primera fortificación de piedra entre 1227 y 1229. Desde entonces este castillo ha sido la sede del poder de los diferentes gobernadores, y hoy es la sede del parlamento estonio. Aunque ha sufrido una gran serie de reformas, el castillo sigue manteniendo la forma básica que alcanzó entre los siglos XIII y XIV. A esta sección se añadió en el siglo XVIII durante el reinado de Catalina II una entrada barroca, que queda frente a la catedral de Alejandro Nevski.
El Palacio Kadriorg: se comenzó a construir en 1718 por orden de Pedro I el Grande, concediéndole su nombre en honor a su esposa la emperatriz Catalina I. El diseño de la construcción se debe al arquitecto Nicola Michetti. Aunque en general el palacio está ricamente decorado, destaca principalmente su salón principal, uno de los mejores ejemplos barrocos de Estonia. Dado que el palacio se construyó como una residencia de descanso, se le rodeó de un hermoso jardín con fuentes, setos y parterres, planeado según el modelo de Versalles. Desde su construcción recibió las visitas de las emperatrices Isabel I y Catalina II y en la primera mitad del siglo XIX por el zar Nicolás I y su familia. Es con Nicolás I cuando se doto al palacio de un mobiliario propio, así como se instalaron baños. Aunque en la década de 1930 sirvió de palacio presidencial, desde 1946-1991 fue el edificio principal del Museo de Arte de Estonia, que volvió a abrir en el año 2000 como el Museo de Arte Kadriorg, que exhibe la mayor colección de arte antiguo de Rusia y Europa Occidental en Estonia.
En nuestro segundo día vamos a dirigirnos hacia Pärnu, ubicada al suroeste de Estonia, a 128 kilómetros de la capital, en las orillas del golfo de Riga. Se trata de la cuarta ciudad más grande de Estonia con unos 47.000 habitantes y conocida como principal destino vacacional en el país por su playa de arena blanca, los balnearios y el río Pärnu que cruza el casco histórico.
Nosotros vamos a realizar una primera visita a la zona turística con su famosa playa de arena blanca, aguas poco profundas y paseo marítimo por el que vamos a dar un paseo. También visitaremos el antiguo balneario ubicado en un edificio neo-clásico (1926), ahora utilizado principalmente como un centro cultural. Como curiosidad, el puerto deportivo del club náutico fue la primera playa en la antigua Europa del Este que recibió el estatus de bandera azul.
La segunda visita la vamos a realizar por el centro de la población y caminaremos por la calle Rüütli, que es famosa por la abundancia de tiendas de moda y joyerías, así como por interesantes restaurantes, cafeterías y bares, lamentablemente queda muy poco de la arquitectura medieval en la actualidad, la ciudad fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
Afortunadamente, quedan algunos edificios y estructuras impresionantes como la Puerta de Tallin, la Iglesia de Santa Catalina y la Iglesia de Santa Isabel sobrevivieron a esta guerra.
Iglesia de Santa Catalina: La iglesia de Santa Catalina (Ekateriina kirik, 1765-1768) es un extraño conglomerado ortodoxo de protuberancias y repisas, con techos verdes y agujas que se elevan irregularmente. El interior es casi lunático en su iconografía; íconos plateados en forma de escudo llenan las paredes blancas.
Continuamos y cambiamos de país entramos en Letonia y nos dirigimos hacia Siguldas, antes de visitar el Castillo de Turaida nos acercamos al Gastrobar "9 Pils" donde comeremos y seguidamente visitaremos el castillo de Turaida que se encuentra muy cerca.
Castillo de Turaida: Fue construido en 1214 por la Orden de la Espada y sirvió de residencia al arzobispo de Riga. En 1776 quedó en ruinas tras un grave incendio, y tras dos siglos de abandono, en 1970 comenzaron las labores de reconstrucción que han logrado devolverle en parte el esplendor perdido con el paso de los años. Se trata de un complejo en el que podemos visitar varias casas de madera en las que veremos reconstrucciones de casas de la época, talleres de artesanía y diversas exposiciones en las que se cuenta la historia del castillo y de sus reconstrucciones, así como la relación entre el clero y la orden de caballería.
Este fortín medieval de ladrillo rojo está situado en lo alto de una loma, un lugar privilegiado que nos deleita con unas vistas impresionantes del frondoso bosque que lo rodea. Con razón Turaida significa “jardín de Dios” en antiguo livonio.
En la torre principal hay un mirador que ofrece una magnífica vista de las inmediaciones del museo al aire libre de Turaida y en las distintas torres del castillo suelen haber exposiciones con información complementaria sobre la vida de la época como vestimenta, armas…
Paseando por la reserva encontramos un jardín repleto de esculturas sobre la colina de Daina (o colina del canto), dedicadas al folklore letón.
Otro enclave en el que nos detendremos es ante la lápida de Maija, conocida como la Rosa de Turaida y protagonista de una trágica historia de amor entre una niña huérfana y el jardinero del castillo que se ha convertido en una de las más famosas leyendas Letonas.
También visitamos la pintoresca iglesia de madera construida en en 1750, una de las más antiguas del país.
La Cueva de Gutmanis, el lugar en el que se ambienta la leyenda de la Rosa de Turaida.
Leyenda de Rosa de Turaida: Según cuenta esta leyenda, a principios del siglo XVII una pequeña niña fue encontrada por el secretario del castillo en brazos de su madre muerta cerca del castillo de Turaida tras una cruel batalla entre suecos y polacos. El secretario la hizo pasar por su propia hija y le puso el nombre de Maija. Con el paso de los años, la belleza de Maija fue en aumento, llegando a ser conocida como La Rosa de Turaida.
Ella se enamoró de Víctor, el Jardinero en el castillo de Sigulda, y quedaban a menudo en una cueva situada a medio camino de ambos castillos para dar rienda suelta a sus pasiones amatorias.
En 1620 Víctor y Maija se comprometen, y un día ella recibe una carta de Víctor pidiéndole que vaya hasta la cueva. Cuando Maija llega comprueba que no es Víctor quién la espera, sino un soldado polaco que trata de violarla.
Para evitarlo, Maija le promete que si la deja ir le entregará un pañuelo mágico que tiene el poder de hacer inmune a cualquier tipo de daño a su portador. Para convencerlo, le propone que pruebe con ella misma.
El soldado la golpea con un hacha y la mata, pero Maija logra conservar su honor.
Víctor enterró a su prometida en los jardines del castillo de Turaida, plantó un tilo sobre su tumba y abandonó el país para siempre.
Desde entonces, los recién casados acuden a la tumba de la Rosa de Turaida para dejar flores con la esperanza de conseguir el mismo amor eterno y devoción que Víctor y Maija, mientras que en la cueva, las parejas de enamorados acuden a prometerse fidelidad y a grabar sus nombres en la roca.
Tras esta interesante visita retomamos el camino y continuamos hacia la capital del país, llegamos a Riga y nos dirigimos directamente hacia el Hotel Wellton Riverside donde nos alojaremos. Una vez nos han dado nuestra habitación decidimos acercarnos a la Plaza Ratuszowy que se encuentra a solo 5 minutos del hotel para ver los edificios mas representativos de la ciudad.
3º
Día
Como estamos prácticamente en el centro de la ciudad, tras el desayunos nos disponemos a realizar la ruta turística, en principio volvemos hacia la Plaza del Ayuntamiento . Un recinto con forma irregular presidida por el edificio más espectacular: la casa de los Cabezas Negras y lugar de nacimiento –dice la leyenda- del árbol de Navidad.
Las Cabezas Negras: Es sin duda el lugar más importante que ver en Riga, construida a principios del siglo XIV como sede de una orden de mercaderes solteros llamadas Los Cabezas Negras, de ahí su nombre. Este edificio fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruido a principios del siglo XXI, pero el sótano abovedado sigue siendo original. Hoy en día es utilizada para recepciones oficiales, sala de conciertos… Además hay una exposición permanente sobre la historia de la casa.
Las Cabezas Negras: Es sin duda el lugar más importante que ver en Riga, construida a principios del siglo XIV como sede de una orden de mercaderes solteros llamadas Los Cabezas Negras, de ahí su nombre. Este edificio fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial y fue reconstruido a principios del siglo XXI, pero el sótano abovedado sigue siendo original. Hoy en día es utilizada para recepciones oficiales, sala de conciertos… Además hay una exposición permanente sobre la historia de la casa.
Desde aquí nos acercamos a la Iglesia de San Pedro.
Iglesia de San Pedro: La Iglesia de San Pedro, construida originalmente en el siglo XIII, es uno de los monumentos más antiguos de los países bálticos y su torre es el punto más alto de Riga. El chapitel alcanza los 123,50 metros de altura. Desde su fundación, la torre ha sufrido los estragos del clima, el viento y los rayos, así como los de la historia, cuando se derrumbó bajo el fuego de la artillería durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en 1973 se terminó una réplica del edificio, y hoy los visitantes pueden subir en ascensor hasta la cima para disfrutar de una magnífica vista panorámica del casco antiguo.
La visita continua y nos adentramos por algunas calle pequeñas para llegar al lugar donde más tarde comeremos Melnie Müki (Black Monks) y seguimos hacia la Casa de los Gatos.
La Casa de los Gatos: Una enorme casa de color amarillo, coronada por dos esculturas de unos gatos negros. Cuenta la leyenda que esta casa fue construida por un hombre de negocios al que no querían admitir en el Gran Gremio de comerciantes. Como venganza construyó el edificio con dos gatos que daban la espalda al edificio del Gremio en un gesto de desafío y desagrado.Tras una larga batalla legal, el hombre logró ser admitido en el Gran Gremio, entonces hizo que los gatos se girarán y dejarán de darles la espalda.
Desde aquí seguimos de frente y nos acercamos a la Catedral ortodoxa natividad de Cristo, la iglesia más impresionante que ver en Riga.
La Catedral de la Natividad de Cristo: Es un importante templo ortodoxo levantado durante la dominación rusa. Su construcción se inició el 3 de julio de 1876, cuando el obispo de la ciudad, Serafim Protopov, colocó la primera piedra, y fue oficialmente inaugurada el 28 de octubre de 1884. Símbolo religioso a la par que político, la catedral de la Natividad incorporó un regalo del zar Alejandro II de Rusia, un conjunto de doce campanas, que fueron colocadas en una cúpula añadida al plano inicial. Erigida en estilo neobizantino, su interior fue fastuosamente ornamentado con viejos y valiosos iconos, tres iconostasios pintados por maestros de la Academia de Artes de San Petersburgo y el famoso pintor Vasily Vereshchagin, así como pinturas al fresco. Aunque la catedral sobrevivió a toda clase de tribulaciones, incluidas dos guerras mundiales, a principios de la década de los 60, las autoridades soviéticas cerraron la catedral al culto, convirtiéndola en un planetario. Tras la independencia de Letonia en 1991, fue reabierta al culto y se inició un proceso de restauración que incluyó la consagración de un nuevo iconostasio en 2000.
Volvemos hacia el Parque Bastejkalna y damos una vuelta por él antes de dirigirnos hacia la Catedral donde por suerte asistiremos a un concierto de música clásica
Catedral de Santiago: Es la catedral medieval más grande de las repúblicas bálticas. Esta catedral fue construida como iglesia católica a principios del siglo XII, luego pasó a ser luterana para volver de nuevo a ser católica, posteriormente luterana otra vez. Al final terminó convertida en un almacén de comida, pero desde 1923 es una Catedral católica. En su interior destaca un enorme órgano de 6718 tubos.
Una vez finalizado el concierto nos dirigimos a comer y damos por finalizada esta ruta turística por la parte antigua.
Tras la comida nos dirigimos hacia el Distrito o Barrio Art Nouveau. Una zona que creció desmesuradamente a principios del siglo XX y en el que se levantaron centenares de preciosos inmuebles art nouveau. De hecho, Riga con más de 750 edificaciones modernistas es el lugar con mayor concentración de este estilo arquitectónico. Por lo que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El enorme desarrollo del modernismo en Riga se debió en gran medida a los arquitectos que se formaron en el Instituto Politécnico de Riga fundado en 1869. Entre ellos destacaron los rigueses Konstantīns Pēkšēns o Rudolph Dohnberg, éste último de ascendencia alemana. Aunque quizá el arquitecto más sobresaliente fue el ruso afincado en Letonia Mikhail Eisenstein, padre del futuro gran director de cine Serguéi Eisenstein.
Sobre el plano, Alberta Iela parece una modesta calle más. Sin embargo al entrar en ella uno descubre la que debe ser la calle más genuínamente modernista del mundo. Aunque Alberta Iela sea la calle más representativa, por su gran concentración de obras modernistas, la arteria más importante del Distrito del Art Nouveau es Elizabetes Iela. Esta ancha y kilométrica calle bordea los grandes parques que separan el distrito modernista del centro histórico de Riga. La calle Elizabetes está cubierta de opulentas fachadas tras las que se han instalado bancos, restaurantes de lujo y embajadas (entre ellas la de España). Aunque en esta calle pueden encontrarse construcciones de distintos estilos del siglo XIX y XX, bien merece la pena pasear por ella.
Para finalizar el día nos dirigimos a las afueras de la ciudad para visitar otro espacio peculiar de la ciudad de Riga situado junto al gran lago Juglas, se trata del Museo Etnográfico al aire libre de Lituania (Latvijas Etnogrāfiskais brīvdabas muzejs).
Situado a solo 12 kilómetros del centro de Riga, se trata de un museo al aire libre de 86 hectáreas, en el que a través de un precioso bosque se pueden ver construcciones medievales de la zona báltica como por ejemplo iglesias, molinos de viento y otras casas típicas.
Está organizado de acuerdo a las regiones de Letonia resaltando los aspectos principales de cada una. Muchos edificios contienen objetos cotidianos e incluso se pueden ver artesanos trabajando lo que nos ofrece una perspectiva más real de cómo era la vida rural en pleno siglo XIX. Además no hay ninguna ruta establecida. Lo mejor es perderse por el bosque con total tranquilidad para ir encontrándose con las sorpresas que depara este museo.
Una vez acaba la visita, muy interesante por cierto, volvemos a l hotel para descansar, mañana nos toca madrugar para seguir el tour.
4º Día
Desayunamos temprano y salimos del hotel, hoy como todos los dias de este tour nos espera un trayecto de algo mas de 300 km., unas cunatas visitas y cambio de pais.
Nos ponemos en marcha y nos dirigimos hacia el Castillo de Bauska.
El castillo de Bauska: Está situado en una estrecha península en la confluencia de los ríos Musa y Mēmele donde forman el río Lielupe.
El conjunto del castillo de Bauska consta de dos secciones. El castillo de la orden de Livonia, construido a mediados del siglo XV, es el más antiguo, del que solo quedan ruinas. Una parte más reciente del conjunto, construida a finales del siglo XVI, es la residencia de los Kettler, los duques de Courland.
El edificio del castillo es el único ejemplo arquitectónico en Letonia que ilustra las manifestaciones de la arquitectura y el diseño del manierismo en el Ducado de Courland. La parte más antigua del Castillo de Bauska es la Fortaleza de la Orden de Livonia, construida especialmente para el uso de armas de fuego. Es un ejemplo característico de la construcción militar de los siglos XV-XVII de Letonia. El castillo de tipo residencia, fortificado con baluartes, murallas y murallas de tierra, es una estructura más reciente.
La reconstrucción de la parte más reciente del castillo comenzó en la década de 1970 con el objetivo de convertirlo en un objeto turístico como parte del patrimonio histórico, arqueológico y arquitectónico de importancia nacional, y crear exposiciones temáticas sobre el Castillo de Bauska en el contexto de la historia de Livonia y del Ducado de Courland.
A 12 kilómetros del castillo, en la Pilsrundale, se encuentra otra atracción turística de Letonia, para nosotros será la última visita que vamos a realizar en este país, se trata del Palacio de Rundale.
El Palacio de Rundāle: Es uno de los dos palacios barrocos más importantes construidos por los Duques de Curlandia. Fue construido en dos períodos, desde 1736 hasta 1740 y desde 1764 hasta 1768. El proyecto está firmado por Bartolomeo Rastrelli, el mismo arquitecto del Palacio de Invierno de San Petersburgo. Está situado, a km al oeste de Bauska.
El palacio es uno de los destinos turísticos más importantes de Letonia. También se utiliza para el alojamiento de los invitados notables, como los líderes de las naciones extranjeras.
Testigo de acontecimientos históricos, el palacio fue utilizado como hospital militar durante la campaña rusa de Napoleón. Un monumento en el parque conmemora a los soldados franceses que perdieron la vida aquí.
Reabierto al público en 1992 tras una cuidadosa restauración. Actualmente, se utiliza para el alojamiento de los invitados notables, como los líderes de las naciones extranjeras y también ahora contiene un museo.
Tras la fantástica sorpresa, retomamos nuestro camino, cruzamos la frontera y seguimos hacia la primera parada en tierras de Lituania, vamos a realizar la visita de un santuario donde el Papa Juan Pablo II puso una cruz durante su visita a Lituania el 7 de septiembre de 1993. Este gesto hizo famosa a la Colina de las Cruces en todo el mundo católico, lo que llevó a un aumento significativo de la asistencia de peregrinos y turistas.
La Colina de las Cruces: Es una colina en el que gran número de cruces han sido colocadas a lo largo del tiempo por parte de los católicos. El número de las cruces era alrededor de unas cien mil cruces en el año 2006. En la actualidad, en la Colina de las Cruces se pueden encontrar diferentes tipos de cruces: desde enormes cruces de madera de hasta varios metros, hasta crucifijos pectorales, así como imágenes de santos y efigies de la Virgen María.
No se conoce con precisión el inicio de la colocación de estas cruces. Algunos investigadores creen que antes de la cristianización de Lituania (siglo XIV) la colina era lugar de culto pagano. Después de la conversión de los lituanos al catolicismo, continuaron por mucho tiempo vestigios del paganismo en la cultura local, a menudo fusionándose con preceptos católicos. Un ejemplo de esta mezcla sería la instalación de cruces cristianas en un antiguo emplazamiento de los rituales paganos. Si esta versión es cierta, la Colina de las Cruces es tan antigua como el catolicismo lituano.
Según otra versión, la Colina de las Cruces surgió cuando se establecieron cruces en honor a los lituanos muertos durante la represión de las autoridades zaristas del Imperio Ruso tras la insurrección de 1831. Cuando los familiares de los patriotas no podían recuperar su cuerpo, colocaban una cruz en la colina donde había habido un fuerte en la cima.
Sin importar cual versión sea auténtica, con el tiempo, el lugar se fue convirtiendo en un lugar de identidad religiosa, nacional y cultural, especialmente en los momentos de mayor represión hacia Lituania por parte de la Rusia zarista y la Unión Soviética.
Durante la era soviética, desde 1963 hasta 1990, se hicieron cuatro intentos fallidos para destruir el lugar de culto, además de un supuesto plan para inundar el lugar mediante una presa. Tras cada intento de arrasar el lugar con aplanadoras, los fieles volvían a erigir cruces en el mismo lugar.
Actualmente como la colina no entra bajo la jurisdicción de la iglesia católica, los fieles pueden ir y colocar las cruces como lo deseen.
Nosotros hemos contribuido y hemos dejado una pequeña cruz con una cinta con la bandera de Málaga.
Nosotros hemos contribuido y hemos dejado una pequeña cruz con una cinta con la bandera de Málaga.
Seguimos nuestro camino, ponemos dirección hacia Kaunas, tras unas 2 horas de camino llegamos al hotel Radisson, prácticamente en el centro de la ciudad, desde nuestra ventana vemos con claridad la iglesia de San Miguel Arcángel totalmente iluminada, no dudamos y tras dejar las maletas en la habitación decidimos acercarnos a verla. La iluminación la resalta aún más y la hace más espectacular. La iglesia de estilo neobizantino se encuentra en uno de los extremos de la Avenida de la Libertad. Su construcción es reciente, de finales del siglo XIX, cuando Kaunas y Lituania formaban parte del Imperio Ruso.
Después de esta pequeña visita nocturna volvemos al hotel, mañana haremos la visita de esta ciudad.
Al final de está calle tomamos por el paseo de Laisvés y al final de este encontramos de nuevo la plaza donde se encuentra la iglesia de San Miguel Arcángel, ahora podemos observarla con luz natural.
Aquí damos por finalizada la visita turística, aunque nosotros nos dirigimos hacia la calle S. Daukanto para comer en el restaurante Vista Poude y tras la comida dedicamos el resto del día en realizar algunas compra y poner rumbo a nuestro último destino: Vilna.
Si bien es innegable que vilna no tiene el casco histórico medieval de Tallin, ni la arquitectura art nouveau de Riga, y puede que pase algo desapercibida, si estamos en una gran ciudad. La capital de Lituania cuenta con rincones tranquilos y un casco histórico apacible. Aunque Vilna fue una de las últimas ciudades paganas de Europa, hoy en día se la conoce como la ciudad de las iglesias. Tiene unas 28 y al parecer es el lugar con más iglesias por número de habitantes! Al contrario que sus vecinos, Lituania es un país con mayoría católica, aunque podrás ver también iglesias ortodoxas y luteranas. Dos de las más bonita son la Iglesia de Santa Ana, y anexa a ella, la Iglesia de San Francisco de Asis, gracias especialmente a su arquitectura gótica llena de detalles.
Nosotros estamos alojados en Hotel Artis Centrum, como su propio nombre dice estamos casi en el centro de la ciudad, muy cerca de la catedral, por lo tanto este día lo vamos a dedicar a visitar y patear todo el centro. Primeramente nos dirigimos hacia la Plaza de La Catedral, lo que primeramente nos llama la atención es que la torre está separada del edificio propiamente dicho, a la que se puede ascender para disfrutar de unas bonitas vistas a 45 metros de altura, el edificio principal cuenta con una imponente fachada neoclásica, con enormes columnas y coronada con estatuas de los cuatro evangelistas. Es el principal templo católico del país, y fue construida en el mismo sitio donde se encontraban los vestigios de antiguos templos paganos. En su interior se puede visitar la cripta y las catacumbas, donde están enterrados muchos de los personajes históricos y grandes duques de Lituania.
En la parte posterior de esta plaza también se encuentran el Monumento a Gediminas y el Palacio de los Grandes Duques de Lituania, que alberga un museo sobre la historia de Lituania.
En Navidad se instala aquí el mercadillo navideño de la ciudad.
Después de la visita del Palacio-Museo nos dirigimos hacia el funicular que nos subirá a la Torre de Gediminas, también tiene la opción de subir por la escalera, esta torre de ladrillo rojo que hace de museo y mirador es lo que queda de la fortaleza defensiva, donde el duque Gediminas fundó la ciudad. Sin duda merece subir para disfrutar de las vistas sobre Vilna.
Nos volvemos hacia la Plaza de la Catedral, desde aquí ahora subiremos por una de las calles más comerciales de la ciudad, La Gedimino Prospektas es la gran avenida de Vilna, con sus casi 2 km de largo y donde encontramos la mayoría de las instituciones gubernamentales del país, como el Parlamento, la Corte, el Teatro Nacional de Lituania (coronado por las Tres Musas), el Banco de Lituania, la Academia de Música, etc… y también numerosas tienda y comercios de restauración, haremos algunas paradas para disfrutar de este entorno, seguimos y para llegar a nuestro hotel giramos a la izquierda por calle Vilniaus, aquí volvemos a encontrar grandes bares y restaurantes con bonitas terrazas.
Pasamos junto al palacio Radziwiłł, en polaco, o Radvilų, en lituano, es un conjunto palaciego destacado dentro de su casco histórico. Se construyó como la segunda y mayor residencia de la familia Radziwiłł en Vilna en estilo tardorrenacentista.
El edificio actual lo mandó edificar el príncipe polaco-lituano Janusz Radziwiłł, y se levantó entre los años 1635 y 1653, con diseño del arquitecto Jan Ullrich. En la década de 1980 fue restaurado parcialmente para albergar una sección del museo de arte lituano.
Giramos nuevamente a la izquierda y bajamos hacia el hotel.
Por la tarde nos acercamos a la población de Trakai que se encuentra a unos 30 km., por su belleza, su significado histórico y su ubicación, el Castillo de Trakai es uno de los lugares más visitados de Lituania. Y no es para menos, ya que esta fortaleza parece más propia de una película de Disney que del mundo real, esta ubicado en una isla entre lagos y bosques.
El castillo que podemos admirar hoy es una reconstrucción en el estilo del siglo XV, aunque en realidad su origen se remonta algo más allá: a la segunda mitad del XIV, durante el gobierno del gran duque de Lituania Kęstutis. De acuerdo con la leyenda, para complacer a su mujer, Birutė, que añoraba el mar de su Palanga natal –ciudad al oeste del país, a orillas del Báltico– Kęstutis mandó levantar una fortificación en medio del agua. El lugar elegido fue una de las pequeñas islas que salpican el Galvė.
Se Accede a través de un largo puente de madera. Dentro del castillo está el Museo de Historia trakai, con una colección de objetos que explican la historia de los habitantes de esta población. Además de varias salas se recorre el patio de armas y la torre del Gran Duque. En verano el castillo alberga conciertos, ferias gastronómicas y de artesanía, torneos medievales y festivales.
Dejamos el bus y solo tenemos que seguir por una calle muy recta flanqueada por bonitas casas de madera pintada con colores vivos para llegar a orillas del lago y de aquí al puente por donde accedemos al castillo ni decir tiene que todo el entorno está lleno de tiendas de todo tipos y por pequeñas empresas que nos pueden dar un paseo en barco, barca o hidropedales alrededor del castillo.
Tras la bonita visita volvemos a nuestro hotel.
7º Día:
Hoy nos levantamos temprano nos queda un largo día por delante y vamos a realizar la visita de la ciudad andando, como somos un grupo, esto puede ralentizar la caminata y se nos puede hacer un poquito mas cansado.
Salimos de hotel y nos dirigimos nuevamente hacia la catedral, donde vamos a comenzar nuestra visita, como ya la visitamos ayer nos dirigimos hacia la parte sur-este de la plaza y salimos por la calle Pilies G., es una de las principales calles del casco antiguo de la ciudad, entramos por la primera calle de la derecha (S. Skapo G.) y lle gamos a la sede del Palacio Presindecial.
Palacio Presidencial: El palacio se remonta al siglo XIV y durante su historia ha sido reconstruido varias veces, supervisado por importantes arquitectos, entre ellos Laurynas Gucevičius y Vasily Stasov. En 1997 el palacio se convirtió en la sede oficial del Presidente de Lituania.
Al final de la calle tomamos a la izquierda por calle Literatura donde encontramos unos pequeños azulejos con temas literarios.
8º Día:
Como tenemos toda la mañana para alguna visita hemos decidido ir al mercado (Halės Turgus) situado en Pylimo g. 58. Este mercado fue edificado a principio del siglo XX para la construcción de zepelines.
Similar por fuera al mercado de cualquier ciudad Europea, por dentro es bastante grande tiene la parte de ropa, embutidos, fruterías, vamos de todo, incluso bares donde comer gastronomía local, en una nave lateral están la carne y pescado frescos por lo que en la principal no se mezclan malos olores.
Para llegar a él desde nuestro hotel salimos y tomamos por la izquierda subimos hacia la calle Vilniaus donde tomaremos a la izquierda y seguiremos hasta llegar al ayuntamiento, justo detrás subimos por calle Rudinnky, hasta Pylimo, torcemos a la izquierda y a unos pocos de metros tenemos el mercado.
Después de patear el mercado un rato, compramos unas frutas silvestres, decidimos iniciar la vuelta para ello nos descargamos la visita turística que hicimos ayer y la realizamos a la inversa.
Comentarios
Publicar un comentario